Marcel Broodthaers: arte conceptual y crítica institucional
Erika Zamora

Durante sus primeros 40 años de vida, Marcel Broodthaers (Bélgica, 1924-1976) se dedicó a la poesía, y después, tras haber convertido las copias que no logró vender de su libro “Pense-Bête” (1963) en escultura de yeso, comenzó un nuevo camino como artista visual, trabajando con distintos materiales y soportes -poesía, escultura, pintura, libros de artista, instalación, gráfica y cine- para materializar el lenguaje. Uno de sus proyectos más relevantes ha hecho de Broodthaers un personaje esencial para el desarrollo del arte conceptual y la crítica institucional: el “Museo de Arte moderno, Departamento de Águilas”, fue un “museo móvil”, sin colección ni ubicación fija y dividido en distintas secciones de objetos e imágenes apropiadas y exhibidas, con el fin de incitar a reflexionar sobre el rol de la institución en el mundo del arte.

Otro gran aporte que se le atribuye a este artista es el arte instalación. Gracias a la herencia del arte minimalista y surrealista, Broodthaers comenzó a cuestionar los límites del arte, de la experiencia del público y del museo establecido como institución. La relatividad, el uso de referencias, citas y alusiones se convirtieron en elementos importantes para dar luz al carácter crítico y reflexivo del arte. La ironía, el juego y la poesía han sido, entonces, medios comunicativos de su obra. Muchos admiten gran desesperación e inutilidad al hermetismo del arte conceptual. Sin embargo, Marcel, así como los demás pioneros de este movimiento, insistieron en que el hermetismo es una invitación y una provocación a que el espectador se mantenga como agente participativo; la toma de consciencia a partir del arte puede repercutir enormemente en el pensamiento colectivo. Por eso el arte conceptual es un “movimiento” y no una vanguardia o una corriente artística.

La crítica institucional que Broodthaers concluyó, fue el resultado de tres etapas de producción: primero, con “Pense-Bête”, “Le Corbeau et le Renard” (1967), “Exposition littéraire autour de Mallarmé” (1969) y “Moroir (La signture de l’artiste)” (1976), el lenguaje fue el personaje principal de estos proyectos. Después se enfocó en el objeto en tanto que mercancía, cuestionando la cosificación y el sentido aurático de la obra original, como con “Jaula con huevos” (1965-1966) y “Tabac belge” (1975). Finalmente, su producción se fortaleció con “Musée d’Art Moderne, Département des Aigles” (1968-1972), un proyecto que manifestó la problemática del artista dentro de un sistema capitalista.
Más información:
Marcel Broodthaers: A retrospective. Exposición en el MoMa.