De lo moderno y lo posmoderno al Apocalipstick
Por Julio César Pazos
“Y todo esto a unas horas de que la humanidad se desvanezca. Acudan al fin de la especie con labios flamígeros, los propios del beso de la despedida”, reza el final del prólogo de Apocalipstick, libro multifacético de Carlos Monsiváis, donde este gran periodista e intelectual mexicano nos habla de las diferentes épocas, transiciones y momentos que han construido la Ciudad de México actual y cómo esto ha afectado a la cultura, la demografía y la sociedad de toda la nación.
A través del uso de ensayos, crónicas, artículos de opinión y muchos otros recursos Monsiváis nos proporciona una crítica de casi todo lo que existe en la gran urbe, y “no deja títere con cabeza”, como dirían en mi pueblo. Desde la política y la alta cultura hasta el devenir de las cantinas y los tugurios, disecciona innumerables aspectos y temas que han afectado a la capital hasta la actualidad.
El libro, publicado en el 2009, nos da un recorrido por las diferentes aristas que componen al Distrito Federal, hoy Ciudad de México, a través de 35 temas sumamente variados: Pedro Infante, Cantinflas, Paquita la del Barrio, el centralismo que significa el Zócalo, el metro, el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), las marchas y el sexenio de Miguel Alemán. Éstos son ejemplos de lo polifacético y sumamente culto que era el autor, ya que en cada uno de ellos se realiza un análisis profundo de sus orígenes y consecuencias hasta llegar al México de hoy.
La crónica de la evolución de la ciudad empieza de una manera cronológica hasta la llegada del gobierno de Miguel Alemán, cuando según Monsiváis comienza la modernización y americanización de la capital, desembocando en cambios sociales, demográficos, e incluso en la misma idiosincrasia de la urbe. Es en este sexenio donde entra de lleno la modernidad a nuestro país, y en la Ciudad de México se inicia el crecimiento hacia la periferia. Sin embargo, el autor narra cómo los intentos de imitar el trabajo del arquitecto francés Le Corbusier, sólo generaron caos. Así, el autor analiza muchos factores que hicieron que la modernidad no se pudiera consolidar en nuestro país y se pasara a la posmodernidad de un brinco casi invisible.
Dicho brinco a la posmodernidad, Monsiváis lo describe con la convivencia de pensamientos contradictorios en la ciudad, en el metro y en las tradiciones. Como ejemplo, cita la dramatización de la pasión de Cristo en la Delegación Iztapalapa, donde lo importante ya no es el voto de fe sino el espectáculo que se ha montado alrededor de la misma. Otro ejemplo es la llegada del fotógrafo Spencer Tunick, quien llenó la plancha del zócalo con personas desnudas; muchas de las cuales sin tener idea de la obra del artista o sus propósitos.
Apocalipstick representa un análisis de la mexicanidad, de la evolución de nuestra capital para llegar a ser el monstruo de contradicciones que es ahora. Se trata de una crónica del brinco desde el México tradicional al moderno y al posmoderno. Para Monsiváis, cuando las trompetas suenen, los jinetes aparezcan y llegue el Apocalipstick, el mexicano preferirá describir su muerte en Facebook.