El proyecto nace de la necesidad de plantear un panorama a futuro para el crecimiento propio de la actual UNARTE, en el cual se establecería la adquisición de un terreno el cual se nos especificó para generar un campus que cubriera todas las necesidades y requerimientos del alumnado. Esto se hizo a través de entrevistas con el mismo cuerpo estudiantil y de un estudio de los casos análogos cuyas características fueran semejantes a nuestros objetivos.

Nuestro programa arquitectónico contempla la organización de un campus y del impacto que se lograría en el entorno inmediato, con ello se tomó en cuenta cada detalle en el proceso. Con un área de 4524 m2 el proyecto se zonifica en tres zonas específicas: área cultural, área administrativa y área académica, que a través de tres gestos conceptuales se generó el proyecto en cuestión.

La principal preocupación de nosotros al realizar este proyecto fue encontrar la manera espacial de que todas las salas de uso académico, áreas de esparcimiento y zonas de servicios pudieran convivir, con ello al mismo tiempo brindarán una propuesta arquitectónica que para proyectarse en un futuro próximo, entonces se optó por un estilo orgánico, en el que la volumetría del complejo generará las circulaciones y espacios, aplicando las normativas existentes. Los elementos arquitectónicos que se proyectan fueron gestados a partir de un árbol que se ubica en el terreno asignado, además de crear un paisaje, se estudio la manera en el que se mueven las personas a través del espacio, con estos dos elementos generamos un complejo que se preocupa por el ambiente al organizar los espacios de manera que el uso de estos fuera de la manera más sustentable, al aprovechar las condiciones climáticas y creación de microambientes.

Realización:
Vania Aimee Valenzo
Daniela Aguilar
Francisco Lecona